Lorena González
La puntualidad es una de las mejores cualidades del ser humano, y eso es algo que se reflejó de forma muy clara anoche, en el Camp Nou. El público azulgrana suele ser muy puntual, sobre todo los sábados, día en que los quehaceres rutinarios brillan por su propia ausencia. No ha sido día para distracciones, y mucho menos para entrar a los cinco o diez minutillos de haber comenzado el encuentro. Porque en apenas 45 segundos el Barcelona, gracias a Iniesta, se ha puesto por delante en el marcador, mientras algún que otro barcelonista preguntaba a su compañero de grada qué tal le ha ido la semana.
Paradojas del destino, el aburrimiento y la distracción ha inundado el campo culé durante el resto del partido. El único que se ha salvado ha sido Andrés Iniesta, que en solitario ha roto moldes, aunque el resto del equipo no ha parecido estar en sintonía con el de Fuentealbilla. Márquez, por ejemplo, ha sacado a relucir su lado más errático al habilitar dos veces a los delanteros del Recreativo y obligar a Valdés a intervenir en un par de jugadas complejas. El Barcelona estaba claramente convencido de que le sobraba y le bastaba el gol de los 45 segundos para tumbar al equipo onubense.
Sin embargo, este gol no ha influído en la actitud de un Recre que ha jugado con más corazón que cabeza. Ha desarrollado su juego como si no pasara nada, como si el gol blaugrana hubiese llegado durante el calentamiento, antes de comenzar el encuentro. Pero no ha tenido suerte.
Y es que a los de la ciudad condal no se les da precisamente bien los partidos aparentemente fáciles. Los culés han estado faltos de agresividad en el juego y de precisión de cara a portería. En una jugada en que Henry ha centrado a Iniesta y éste ha envaido la pelota al primer palo para que alguien la rematara, Bojan ha derribado al central y el esférico ha quedado suelto. Hasta Messi ha tenido el día tonto. El argentino ha fallado un penalti de dudosa existencia. Guardiola, temiendo el empate, ha tenido que tirar de banquillo. Ha salido Xavi por Gudjohnsen, y Keita por Bojan. Estos cambios han hecho que el Barcelona respire un poco de aire fresco, aunque sin inspirar demasiado. Iniesta, como si de un extremo se tratase, ha centrado al área y el balón ha rebotado en Morris, que ha marcado en propia puerta, lo que ha supuesto el 2-0 definitivo.
Gol de Iniesta a los 45 segundos de dar comienzo el partido; penalti dudoso para el Barcelona y fallado; gol en propia puerta para los culés y un tanto anulado del Recre. A pesar del mal juego y la torrija de los del Barça, la suerte ha sonreído a un equipo que, sin pena ni gloria, se ha paseado por el campo ante un Recre en puestos de descenso.
La puntualidad es una de las mejores cualidades del ser humano, y eso es algo que se reflejó de forma muy clara anoche, en el Camp Nou. El público azulgrana suele ser muy puntual, sobre todo los sábados, día en que los quehaceres rutinarios brillan por su propia ausencia. No ha sido día para distracciones, y mucho menos para entrar a los cinco o diez minutillos de haber comenzado el encuentro. Porque en apenas 45 segundos el Barcelona, gracias a Iniesta, se ha puesto por delante en el marcador, mientras algún que otro barcelonista preguntaba a su compañero de grada qué tal le ha ido la semana.
Paradojas del destino, el aburrimiento y la distracción ha inundado el campo culé durante el resto del partido. El único que se ha salvado ha sido Andrés Iniesta, que en solitario ha roto moldes, aunque el resto del equipo no ha parecido estar en sintonía con el de Fuentealbilla. Márquez, por ejemplo, ha sacado a relucir su lado más errático al habilitar dos veces a los delanteros del Recreativo y obligar a Valdés a intervenir en un par de jugadas complejas. El Barcelona estaba claramente convencido de que le sobraba y le bastaba el gol de los 45 segundos para tumbar al equipo onubense.
Sin embargo, este gol no ha influído en la actitud de un Recre que ha jugado con más corazón que cabeza. Ha desarrollado su juego como si no pasara nada, como si el gol blaugrana hubiese llegado durante el calentamiento, antes de comenzar el encuentro. Pero no ha tenido suerte.
Y es que a los de la ciudad condal no se les da precisamente bien los partidos aparentemente fáciles. Los culés han estado faltos de agresividad en el juego y de precisión de cara a portería. En una jugada en que Henry ha centrado a Iniesta y éste ha envaido la pelota al primer palo para que alguien la rematara, Bojan ha derribado al central y el esférico ha quedado suelto. Hasta Messi ha tenido el día tonto. El argentino ha fallado un penalti de dudosa existencia. Guardiola, temiendo el empate, ha tenido que tirar de banquillo. Ha salido Xavi por Gudjohnsen, y Keita por Bojan. Estos cambios han hecho que el Barcelona respire un poco de aire fresco, aunque sin inspirar demasiado. Iniesta, como si de un extremo se tratase, ha centrado al área y el balón ha rebotado en Morris, que ha marcado en propia puerta, lo que ha supuesto el 2-0 definitivo.
Gol de Iniesta a los 45 segundos de dar comienzo el partido; penalti dudoso para el Barcelona y fallado; gol en propia puerta para los culés y un tanto anulado del Recre. A pesar del mal juego y la torrija de los del Barça, la suerte ha sonreído a un equipo que, sin pena ni gloria, se ha paseado por el campo ante un Recre en puestos de descenso.
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