El pianista y cantante norteamericano nos trae su segundo trabajo grabado en nuestro país. En 1999 editó The concert for García Lorca, en el que utilizó el piano del escritor granadino, y por el que fue nominado al Grammy ese mismo año. Ahora, llega con Cien noches haciendo homenaje a los conciertos que lleva dados en el Café Central.
El Central es para Sidran "uno de los grandes clubes del mundo", comparable perfectamente con el Village Vanguard neoyorquino. Son lugares llenos de historias y de vidas, de encuentros y desencuentros. "Al entrar notas todas las horas de música grande que ha habido allí y te sientes conectado con ella. Ésa es la clave del jazz: conexión con la tradición". Este lugar de madrid, cerca de la Plaza de Santa Ana es un punto de encuentro para aquellos que buscan en el jazz algo más que música.
Este nuevo disco contiene once temas, dos de ellos son versiones del conocido Bob Dylan, "Subterranean Homestick Blues" y "Gotta Serve Somedbody", además también podemos encontrar "Straight No Chaser" del maravilloso pianista fundador del bebop Thelonious Monk. Este es su primer repertorio donde toca exclusivamente el órgano Hammond B3.
Sidran vive para el jazz con una pasión desbordante. A lo largo del tiempo, ha creado su propio concepto del jazz. "Para mí, la palabra jazz remite al concepto de libertad personal. Todo consiste en encontrar tu propia voz. Todo el mundo empieza tratando de sonar como algún otro, yo mismo traté de ser Horace Silver hasta que me di cuenta de que era imposible". Pero cree que hoy en día el márketing y las máquinas están matando al jazz. "La música es un producto que se manufactura y el músico queda convertido en un mero trabajador".
Nos adelanta que su próximo proyecto será un disco entero de repertorio dylaniano, grabado en francia, con músicos locales y un sonido diferente.
Noticia redactada por Olalla Barceló
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